Bienvenid@s

Bienvenidos al blog del Colegio de Empresistas de Cantabria. Desde este espacio pretendemos proporcionar una nueva ventana de información práctica a nuestros colegiados y, sobre todo, generar una red de comunicación directa con todos vosotros, con contenidos de actualidad y datos importantes para nuestro sector, al mimo tiempo que abriendo un nuevo canal en el que podáis dar salida a vuestras dudas y compartir aspectos de interés de nuestra profesión.

Novedades a aplicar en los modelos 347 y 340 así como en la notificación electrónica obligatoria

Organiza: Colegio de Empresistas de Cantabria Fecha: 15-03-2012 Ponentes: D. Julio Martínez Estébanez. Economista y Técnico de la Hacienda Pública del Estado. Jefe de la Unidad de Grandes Empresas de la AEAT de Cantabria. Programa Inscripción: Rellenar boletín de inscripción y enviar junto con copia de transferencia (Banco Sabadell: 0081/7140/09/0001250433) al fax: 942 24 06 23 o por correo electrónico a: admon@empresistascantabria.es Cuota de inscripción: – Colegiados desempleados Empresistas: gratuito (previa inscripción) – Colegiados Empresistas: 40 € – Miembros colectivos colaboradores: 40 € – Otras colectivos: 60 € Fecha Inicio Inscripción: 29-02-2012 Fecha Fin Inscripción: 13-03-2012 Lugar: Cámara de Comercio (Pza. Velarde, 5 – Santander) Horario: de 17,00 a 19,00 horas Recepción de asistentes: 16:45 h.

Todo listo para la Jornada Nacional sobre la Ley Concursal

La aplicación de las modificaciones introducidas por la Ley 38/2011, de 10 de octubre, de reforma de la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal, han suscitado numerosos problemas prácticos. Identificar, por tanto, las cuestiones más controvertidas y buscar posibles vías para su resolución resulta de especial interés para aquellos que desempeñamos nuestra actividad profesional en este campo. En un momento como el actual, en el que la insolvencia de las empresas está a la orden del día, habiéndose convertido esta cuestión en uno de los más importantes objetos de estudio del ámbito jurídico-económico, conviene reforzar nuestros conocimientos en aquellos aspectos que en la praxis ha resultado más complejos, como, por ejemplo, el debilitamiento de la regla general del vencimiento en el pago de los créditos contra la masa, el procedimiento abreviado, los problemas que surgen en los expedientes de regulación de empleo, la cesión en pago, la enajenación de activos antes de la liquidación, el concurso sin masa o los contratos del concursado. Para llevar a cabo esta tarea el Registro de Expertos Contables-Judiciales ha organizado estas Jornadas Nacionales, en las que reputados Magistrados de lo Mercantil analizarán todas estas cuestiones desde un punto de vista eminentemente práctico. Desde el Registro de Expertos Contables-Judiciales esperamos que estas Jornadas os sean de ayuda para despejar aquellas incógnitas surgidas en el trabajo diario tras la aplicación de la reforma concursal. Director de la Jornada: Dr. D. ALFRED ALBIOL PAPS, Secretario General del Registro de Expertos Contables Judiciales. Vicepresidente del Consejo Superior de Colegios Oficiales de TTMMEE de España. Profesor Titular de Derecho Mercantil de la Universidad de Barcelona. Coordinador de la Jornada: Ilmo. Sr. D. IGNACIO SAN JUAN MINCHERO, Presidente del Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de CANTABRIA. Fecha: 15 de noviembre de 2012. Lugar: Universidad Internacional Menéndez y Pelayo (Avda. de los Castros nº 42, Santander)   Colectivos organizadores: – Colegio de Empresistas de CantabriaUIMP (Universidad Internacional Menéndez Pelayo) Colectivos colaboradores: – Colegio de Economistas de Cantabria – Colegio de Abogados de Cantabria – Registro de Expertos Contables Judiciales – Instituto de Censores Jurados de Cuentas – Tirant Asesores   Programa y Boletín de Inscripción: DESCARGA el Programa de las jornadas: Programa Ley Concursal DESCARGA el Boletín de Inscripción: Inscripcion Ley Concursal   Información: Colegio de Empresistas de Cantabria C/ Jesús de Monasterio nº 10. 4º izq. 39010-SANTANDER Teléfono 942 218320 / Fax 942 240623 admon@empresistacantabria.es www.empresistascantabria.es Inscripción: Rellenar boletín de inscripción y enviar junto con comprobante de transferencia bancaria por fax o correo electrónico al Colegio de Empresistas de Cantabria. Fin de inscripción: 13 de noviembre de 2012. Cuotas de inscripción: Colegiados en desempleo de los colectivos organizadores/colaboradores…………….. 20 € Colegiados de los colectivos organizadores/colaboradores………………………………… 95 € Otras inscripciones……………………………………………………………………………………. 150 € IMPORTANTE La asistencia a estas jornadas computa 7 horas de formación continuada a los efectos de la inclusión en los listados de Administradores Concursales que los Colectivos organizadores presentan anualmente en los Decanatos de los Juzgados. Los asistentes interesados en la obtención del certificado acreditativo, deberán firmar las dos hojas de firmas que se pasarán durante la jornada (una por la mañana y otra por la tarde).

Estaban un CREATIVO, un INNOVADOR y un EMPRENDEDOR…

Qué tiempos! Así empezaban antes los chistes. Claro que, para muchos, resulta más fácil diferenciar a un francés, de un alemán y un español, que a un creativo, de un innovador y un emprendedor. El primero -el creativo, no el francés- es capaz de tener ideas nuevas, de ver las cosas de otro modo. El segundo, el innovador, es capaz también de imaginar sus aplicaciones, de ver el lado práctico de una idea. El tercero es el que se atreve a ponerla en marcha. El emprendedor es el que acepta el riesgo. Al innovador, el riesgo no le asusta. El creativo, simplemente, no suele tenerlo en cuenta. Pero, si queremos producir innovación en una empresa, no podemos conseguirlo sin personas creativas. Aunque no todos los creativos son innovadores, todas las personas capaces de innovar son también creativas. Dicho de otro modo, sin mentes creativas la innovación es imposible. No existe ningún test fiable para cuantificar la creatividad en las personas. Se ha intentado vincular la creatividad con la inteligencia, para la que sí hay pruebas, pero sin conclusiones válidas. En un proceso de selección de personal, o buscando entre la plantilla de una empresa, ¿cómo podemos identificar entonces a las personas más creativas, potencialmente innovadoras? Una pista ya la hemos dado: la persona creativa e innovadora es capaz de enfocar las cosas de otro modo, y no le asustan los riesgos. Suelen ser originales en sus planteamientos, o sea, que son diferentes, y no responden a las situaciones de la forma habitual, es decir, que no son previsibles. Suelen aceptar sus propios impulsos o, dicho de otro modo, son impulsivas, y poseen cierta independencia de juicio, lo que quiere decir que son poco conformistas. La cuestión es: una persona con ese perfil, ¿ganaría o perdería puntos en un proceso de selección? ¿Sería promocionada en una empresa, antes que alguien previsible, más conformista y temeroso de los riesgos?¿Se les suele dotar del suficiente poder y confiarles la correspondiente responsabilidad? ¿Buscamos su opinión, cuando sabemos que suele ser diferente a la nuestra? Por más que crezcan las excepciones, las respuestas suelen ser “no”. Como seres inteligentes, en ocasiones, aunque no siempre, aprendemos lo que nos va bien y tendemos a desechar lo que nos causa dificultades, de modo que muchas personas aprenden a “acallar” su propio potencial creativo, incluso desde la escuela, donde la respuesta siempre debía coincidir con la prevista. Sin embargo, las personas creativas, además de poder aportar ideas innovadoras, gustan de los problemas, de los desafíos, y disfrutan encontrando soluciones, son poco autoritarias, se muestran más dispuestas a colaborar, y sus aportaciones son cualitativamente mejores. Muchas empresas con presencia en sectores potencialmente creativos -nuevas tecnologías, publicidad, diseño, etc- toman conciencia de ello y en sus procesos de selección o promoción valoran esas cualidades, siempre que se sumen a unos conocimientos y unas habilidades, o sea, alguna clase de talento. En el resto de empresas y sectores, a esas personas ni se las suele buscar ni promocionar, salvo excepciones, y son esas excepciones las que consiguen innovar. Los muy creativos, por otro lado, no suelen ser buenos gestores de empresa. Hay personas con un perfil creativo, y otras con otro tipo de perfil. Ningún perfil es mejor que otro por principio, y es necesario contar con todos para llevar adelante con éxito un proyecto empresarial con futuro. Muchos creativos que han arrancado negocios con éxito, han sabido rodearse de buenos gestores. Ahora falta que los buenos gestores sepan rodearse de personas creativas. Sin embargo, no son perfiles fácilmente compatibles. En cierta medida, son como el agua y el aceite. Salvo en gravedad cero, tienden a separarse. Pero, si se remueve con energía, se genera una emulsión con lo mejor de ambos elementos, y no debe dejar de removerse. En una empresa, la gravedad es la ley del mercado. La varilla capaz de agitar la mezcla de los dos elementos es la acción directiva, con un liderazgo bien orientado, y apoyado en una estructura empresarial que prevea la formación de redes internas de trabajo transversal. Se necesita contar con gente de dentro y de fuera capaz de aportar ideas. Eliminar el juicio apresurado y negativista de las propuestas innovadoras que, por su naturaleza, son imprevistas, rompedoras, y suscitan temores. Se puede y se deben utilizar las redes sociales, también dentro de las empresas. Fijar criterios objetivos para analizar, valorar y priorizar las ideas. Animar al emprendimiento interno, de modo que, además de tener ideas, se pueda llegar a delegar su desarrollo, asumiendo que se producirán fracasos. Aprender de los que lleguen, y aplicar sistemas de gestión y control para que el coste de los proyectos fallidos sea el imprescindible. Pero, pretender que esos costes no se den, es rechazar la innovación de antemano. La capacidad de asumir los riesgos es una cualidad intrínseca del emprendedor, no genera ningún problema a los innovadores y no preocupa a los creativos. Si, estando todos presentes, no se genera la innovación, es que el miedo, siempre tan fácil de vender, ha terminado por imponerse. Miedo a plantear las ideas, a valorarlas, a ponerlas a prueba, o a todo ello al mismo tiempo. Y esa situación es la que debería causar verdadero terror, aunque cueste verlo a corto plazo. En pleno siglo XXI, para una organización empresarial, la consecuencia inevitable será su cierre. En una empresa, estaban reunidas varias personas analizando la crítica situación en la que se encontraban y buscando alternativas para salir adelante. Uno de los presentes propuso una idea, aunque conllevaba el esfuerzo de muchos y arriesgar unos recursos muy valiosos. El director general escuchó la propuesta, dijo que aquello era muy diferente de lo que esperaba, y que entrañaba muchos riesgos. Se dirigió a quien la había expuesto y le hizo una pregunta: ¿Estás seguro que esto puede funcionar? Y, antes de darle tiempo a responder, preguntó también al responsable de finanzas de la empresa: ¿ Y tú estás seguro de que esto puede salvarnos?. Los dos destinatarios de las preguntas se miraron entre sí y luego respondieron casi al unísono: Lo que no funciona es lo que hacemos ahora, y si no hacemos algo diferente, no nos salvaremos. “Un buen capitán no se lamenta por la falta de viento, o porque sopla muy fuerte, ni se limita a racionar la comida o atar bien todo hasta que vuelva a soplar mejor. El buen capitán ajusta las velas o saca los remos”. No recuerdo quién lo dijo, pero tenía ganas de ponerlo.

EL OPTIMISMO Y LAS NUEVAS IDEAS

La diferencia entre un pesimista y un optimista puede ser esta: Un pesimista le dice a su amigo “Hay que ver! Ya no nos puede ir peor!”, y el amigo optimista le responde: “Que sí hombre, que sí!”. Cierto es que, para mucha gente, un optimista es alguien con una visión idealizada del mundo, y que no ve las cosas como “realmente son”. Pero es más cierto aseverar que la mayoría de las cosas son, para cada uno, lo que cada uno es capaz de ver en ellas. Dice un proverbio chino que una crisis es, en realidad, una oportunidad, y como es un dicho conocido, mucha gente se muestra de acuerdo… al menos de palabra. A la hora de la verdad, la inmensa mayoría sólo alcanza a ver, en una crisis, problemas, obstáculos y situaciones complicadas para las que no vislumbran soluciones, fijándose en lo que hacen otros a ver si funciona y, aun en ese caso, pensándoselo bien no vaya a ser que a ellos no les vaya igual. Como en casi todo en la vida, nuestro punto de vista condiciona nuestro enfoque de la realidad, y ese punto de vista es sólo una de las dimensiones de una realidad siempre compleja. Carl Sagan, famoso astrofísico y gran divulgador, explicaba nuestra incapacidad para “ver” y percibir la cuarta dimensión del espacio poniendo el ejemplo de un ser “bidimensional” -con sólo ancho y largo, pero sin altura, como un plano- viviendo en un mundo “tridimensional”, como el que percibimos nosotros. Si, por ejemplo, un plátano -con tres dimensiones- traspasara poco a poco, de arriba hacia abajo, el plano-mundo “bidimensional” en el que vive atrapado ese ser, alcanzaría a ver, en cada momento, un corte del plátano, totalmente bidimensional, pero no alcanzaría a concebir su forma. Incluso, a medida que el plátano atravesara el plano bidimensional, formando una nueva capa visible para ese ser de dos dimensiones, seguramente pensaría que ese nuevo corte -parte de un todo tridimensional- sería para él, “en realidad”, otro objeto, otra cosa, sin conexión aparente con la anterior. Todo este rollo viene a cuento de que, lo que percibimos como “realidad”, no es más que el resultado de nuestras limitaciones para observarlo de otra manera. Y que, contra más aptitudes desarrollamos para ver las cosas de modos diferentes, más amplia y diversa nos parece la misma realidad y, en esa riqueza ampliada, es más sencillo encontrar alternativas útiles. Si al ser “bidimensional” intentáramos explicarle que lo que “realmente” había visto era un plátano, es seguro que, cuando menos, nos resultaría muy complicado. Sobre todo, si directamente se empeñara en asegurarnos que tan sólo se trataba de una sucesión de elipses, casi blancas y blandas por el centro, y rodeadas de un perímetro negro-amarillento. Ampliar esa visión de la realidad no sólo requiere de cierto esfuerzo sino, sobre todo, de “admitir” que lo que uno está percibiendo, puede ser sólo una parte de una realidad mayor. En el mundo de las empresas, esa “actitud” para estar abierto a diferentes enfoques requiere de cierto optimismo que, en definitiva, es la capacidad de ver las cosas de otro modo. Y si uno cree que no tiene esa capacidad, debe al menos esforzarse por apreciarla en los demás. Cuando en una empresa con problemas, alguien sugiere otra forma de hacer las cosas, otra actividad a la que abrirse, otros mercados, otra estrategia… un modo diferente de admitir esa realidad empresarial, suelen darse dos tipos de posturas: La de quienes perciben las posibilidades de los cambios que se proponen -digamos los optimistas- y la de quienes, rápidamente, son capaces de aportar los problemas, dificultades y peligros que aparecerán en el camino. Ver los problemas y dificultades suele ser siempre más sencillo. Menos para los niños. Esto se debe a que la vida nos ha puesto por delante multitud de problemas y dificultades, y nuestro cerebro está diseñado para aprender a evitarlos en el futuro, razón por la que los almacena para que estén siempre a mano. Además, si uno advierte de un peligro y el tiempo demuestra que se equivocaba, no suele pasar nada. Por el contrario, si uno se centra en los posibles beneficios, en el potencial de una propuesta, y el tiempo lo desmiente, todos los demás se le echarán encima, y el cerebro aprende también de esa experiencia. De modo que, salvo que uno tome conciencia de ello y se esfuerce en corregir esa deriva, con el tiempo más personas se apuntan al pesimismo. Pero, lo cierto es que, en parte, se lo pueden permitir porque, al mismo tiempo, siempre habrá algún optimista a mano. Alguien del que obtener puntos de vista diferentes y positivos, que se puedan aprovechar cuando resulten acertados, y a quien echar la culpa si no lo son. Siendo sinceros, a eso se le llama “miedo al fracaso”. Todos los consultores en innovación coinciden en que es otro de los grandes obstáculos a la innovación, y algunas sociedades -la nuestra entre ellas- castigan el fracaso casi de forma organizada, lo que sigue sumando socios al club de los “pesimistas”, llegando en algunas empresas a secar la cantera de los “optimistas”. En Estados Unidos, el 80% de los universitarios aspira a poder tener un negocio propio. En España, el 70% de ellos desea una plaza de funcionario. Y no todo es culpa de los jóvenes. Un buen amigo, residente en Boston, me comentó que, cuando su hijo le dijo que iba a montar una empresa, se sintió orgulloso de él. Yo recordé entonces cuando dije en casa que dejaba el trabajo que tenía y me iba a establecer por mi cuenta. A mí me dijeron: “Pero… tú lo has pensado bien?”. En Francia, hay una bebida refrescante muy popular llamada “Orangina”, de larga tradición por allí, y el director general de la empresa fabricante se reunió hace unos años con su equipo porque las ventas bajaban. Después de analizar la situación -el buen optimismo también debe apoyarse en datos- expuso lo que para él era la realidad: “Señores, nuestro mercado mayoritario ha sido, y sigue siendo, el público infantil. Cuando los padres llevan a sus hijos a comer o tomar algo, éstos les piden Orangina, y desde hace años, los Mac Donald’s crecen por todas las esquinas, y se llevan a buena parte de ese público. Y, señores… en los Mac Donald’s no se vende nuestra Orangina! De modo que, hay que conseguir introducir nuestro producto en todas esas franquicias.” Como el análisis previo parecía impecable y, además, lo había hecho el jefe, nadie se molestó en cuestionarlo, de modo que se centraron en la propuesta: “Pero, señor, Mac Donald’s tiene un acuerdo con Coca-Cola para vender sus refrescos en exclusiva”. Otro añadió: “De hecho, se dice que van de la mano para abrir y explotar mercados!”. Y, como la pelota estaba fácil de chutar, otro añadió: “Tienen una posición de fuerza con la que no podemos luchar. Al fin y al cabo, Mac Donald’s está en todo el mundo y nosotros sólo estamos en Francia!”. El director escuchó lo que ya preveía que le iban a decir y, tras algunos comentarios más en la misma linea, todos en el mismo tono pesimista, les dijo a continuación: “Ni os he sentado hoy aquí, ni de hecho necesito a nadie, para que haga una lista de las razones o dificultades para no plantearnos vender Orangina en los Mac Donald’s. Lo que espero de vosotros es que me digáis Qué tenemos que hacer para que se venda Orangina en todos los Mac Donald’s de Francia!”. Cualquiera de los dos enfoques requería de conocer la realidad y tomar conciencia de las dicifultades. Pero el primer planteamiento -el pesimista- se quedaba en eso: los problemas. El planteamiento que se necesitaba para conseguir el objetivo requería, en cambio, centrarse en las posibles soluciones, en los huecos por donde atacar la estrategia de Coca-Cola, en buscar algo que ofrecer a Mac Donald’s. Pero, sobre todo, el planteamiento realmente optimista fue el que llevó al director a plantearse ese objetivo. Claro está, quedaría por ver cómo lo hubiera tomado él mismo si hubiera sido un miembro de su equipo quien hubiese hecho la propuesta. Pero eso es otra historia. Lo cierto es que Orangina, a día de hoy, se vende en los Mac Donald’s de Francia, que la empresa recuperó parte de su mercado, y que llegó a plantearse exportar el acuerdo a otros países dentro de la esfera de influencia internacional de Francia.

Innovar o morir: claves para mejorar tu modelo de negocio

Muy buenas tardes amig@s, os informamos de que la Universidad de Cantabria va a organizar la Conferencia «Innovar o morir» el martes 17 de abril de 2012. Podéis inscribiros desde hoy hasta el 16 de abril,

Dudas o sugerencias acerca de la ACAT

Saludos a todos nuestros amigos del blog, Os informamos de que el próximo miércoles 8 de febrero representantes de la Junta de Gobierno de nuestro Colegio hemos sido convocados por la nueva directora de la Agencia Cántabra de Administración Tributaria, Dña. Natividad Fernñández, con el objeto de explicarnos las nuevas aplicaciones informáticas de la página web de la ACAT. Por ello nos dirigimos a todos los colegiados y amigos del Colegio de Empresistas de Cantabria para que, aprovechando la ocasión, nos hagais llegar todas aquellas dudas o sugerencias que sobre el funcionamiento de la ACAT se estimen pertinentes plantear a la Directora.

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La Penilla, primera factoría NESTLÈ en España desde 1904

La tradición ganadera de nuestra región, unida a una amplia red de comunicación marítima y terrestre, fueron factores indispensable para albergar la primera factoría Nestlè en España, enlazando para siempre su historia a Cantabria, concretamente a la Penilla, pues fue aquí donde se llevó a cabo en 1904, la construcción de la primera factoría española de Nestlè, y ya en marzo de 1905 salió de fábrica el primer bote de harina lacteada.

El éxito hizo que 10 años después la capacidad de producción se duplicará pasando de los 140.000 litros de leche recogidos en su primer año a los 374.000 de 1914, llegando  en  1919 los 8.500.000 litros de leche. En 2011 la producción alcanzó las 74.000 toneladas de productos listos para la venta.

En 1910 comienza a producirse en La Penilla la famosa leche condensada “La Lechera” siempre presente en nuestros recuerdos de infancia.

Poco a poco se fueron introduciendo en la cadena de producción de La Penilla, otros productos como las gamas de chocolates Nestlè (1929), la leche en polvo Pelargón (1944) o el revolucionario café soluble Nescafé, logrado en el centro de investigación de Nestlè Suiza y que llego al mercado  español en 1954.

En la actualidad el Grupo Nestlè abarca una amplia gama de productos alimenticios entre lácteos, alimentos infantiles, chocolates, cafés y bebidas a base de cereales, cereales para el desayuno, helados, ultracongelados y aguas embotelladas. Cuenta con 13 centros de producción en España y un capital humano de 5.900 personas que hacen de Nestlè una empresa líder en el sector alimenticio.

La Penilla es hoy el centro decano por excelencia en España, cuenta con una plantilla superior a las 800 personas.

En nuestra exposición “Empresas Centenarias en la UIMP: Paisajes Contables de Cantabria 1850-1950” contamos con magníficos libros de contabilidad muy bien conservados que llamaron la atención de los visitantes en especial un libro diario de 1914,  por los 10 centímetros el grosor de su lomo, sino también por sus dimensiones XXL unos 60×45 centímetros, que para manipularlos requería ya no sólo de espacio sino también de fuerza física. De este libro destaca el acta de apertura del mismo. Fue expuesto también un libro de salarios de 1916 y en el que se puede apreciar los oficios de la época, como el ya casi desaparecido carretero. Otro libro expuesto fue un auxiliar de ventas a plazos de 1943.

La vida de muchos españoles es endulzada desde la factoría y tienda Nestlè de La Penilla, y por su puesto también desde su página Web www.nestle.es

Teresa Gómez León

 

 

¿Tiene Ud prejuicios? Aprenda a saberlo y a quitárselos de encima

Si un bocata de jamón cuesta un euro con diez céntimos, y el jamón cuesta un euro más que el pan. ¿Cuanto cuesta entonces el pan?

La inmensa mayoría responde a esa sencilla pregunta de la misma forma: pues… diez céntimos. Error, porque diez céntimos más un euro serían 1,10 euros para el jamón, que sumados a esos diez céntimos harían un total de 1,20 euros. La respuesta correcta sería 5 céntimos para el pan, y 1,05 euros el jamón, y fácil de encontrar. Eso sí, si acallamos nuestra respuesta inmediata y nos paramos a pensar primero. Es decir, si evitamos el juicio previo, también llamado prejuicio.

Ese sencillo ejemplo lo proponía David Kahneman,  psicólogo israelí nacido hace 78 añitos ya, y que ganó en 2002 el premio nobel… de economía!

Un tipo realmente interesante de leer, y que incluso hoy en día resulta de utilidad para entender alguna de las realidades macroeconómicas y comportamientos algo irracionales de “los mercados”.

La mayoría de las personas suele pensar que, en materia de dinero, el común de los mortales tiende a comportarse de forma racional; más que en otras facetas de la vida. Sin embargo, son muchos los estudiosos del binomio economía-psicología que aportan datos, basados en estudios  y observaciones empíricas, que demuestran lo contrario.

Dos ejemplos. El primero lo podemos comprobar haciendo la siguiente pregunta a las personas que están a nuestro alrededor: ¿Qué prefieres, que te dé 100 euros dentro de un año, ó 101 euros dentro de un año y un día? De forma aparentemente lógica y racional, la mayoría nos dirá que, hombre, por un día más, pues mejor los 101 euros dentro de 366 días.

Pero, siguiendo la misma lógica y racionalización en materia de dinero, a otro grupo, e incluso en algún caso puede que a los mismos, les podemos preguntar: ¿Qué prefieres, que te dé 100 euros ahora, o 101 euros mañana? Y las respuestas nos pueden dejar pasmados.

Ponte tú a explicarles lo que es la tasa de interés anual, o la famosa T.A.E de los créditos que tanto miraban y remiraban antes de firmarlos, o las vueltas que dan para ahorrar unos céntimos en la leche, intenta compaginar sus opiniones con las respuestas obtenidas en el ejemplo anterior.

Otro ejemplo, este un poco más “de laboratorio”. En una universidad americana, una psicóloga, adscrita a un departamento de “economía conductiva” -ya de curiosa y notable existencia- preparó un ensayo clínico con resultados sorprendentes.

Hizo pasar al grupo de control del ensayo a una sala y les pidió que escribiera, en la parte superior de un papel en blanco, las dos últimas cifras de su número de la seguridad social -allí no tienen DNI- con el falso argumento de que era para ordenar después los resultados. Poco después, escenificó una subasta de un objeto cualquiera -creo recordar que una jarra para café- y solicitó a todos que hicieran sus pujas, continuando la subasta hasta alcanzar una que nadie quiso superar, y tomando nota de todas las ofertas que hicieron los asistentes.

Analizando con su equipo los datos a continuación comprobó, para asombro de muchos, aunque no para ella, que de forma indefectible, las mayores pujas las habían llegado a hacer quienes habían anotado las cifras mayores de su terminación de número de la seguridad social.

Desde el ejemplo del bocata de jamón, hasta este último, pasando por los 100-101 euros, el principio que ha operado en las mentes de todos los participantes en estos “experimentos” ha sido el mismo: el juicio previo, el prejuicio, y la predisposición mental. Que, como queda también reflejado en los ejemplos, es todo menos racional, aun cuando pueda resultar coincidente con el de la mayoría. Y que, pese a ello, nos puede llevar al error con mucha facilidad.

La innovación requiere saltarse los prejuicios, lo cual requiere de un esfuerzo consciente y de un poco de práctica bien orientada; tanto por quien desea concebir una idea diferente, como por parte de quien se brinda a escucharla.

En muchos sectores, a la gente -en la oferta y en la demanda- les cuesta “salirse de la vía” y admitir innovaciones. Sin embargo, parece que cuando hablamos de tecnología a la mayoría le cuesta menos, incluso que busca la novedad. Veamos si esto es cierto o si los prejuicios operan de forma inconsciente, también en este caso.

Pensemos en un reloj de pulsera. Los diseñadores son profesionales que, quizá en mayor medida que los demás, se auto-obliga a la innovación, a la creatividad. A concebir cosas diferentes, buscando con ello facilitar un hueco en el mercado, un sello distintivo, una ventaja competitiva. Anda que no hay relojes diferentes, pero, pensándolo bien, son tan diferentes?

Unos esféricos, o en elipse, o cuadrados, o rectangulares, en metal, plástico… hasta en cristal. Pero, dejando aparte los digitales que muestran las cifras en horas y minutos, el resto son muy similares. Con números normales, o romanos, o simples rayitas o puntitos -ya todo el mundo sabe donde quedan en un reloj el 3, el 6, el 9 y el 12. Pero, al final, todos cortados con el mismo patrón. Todos bajo el mismo principio previo, o prejuicio. Pero veamos el de la foto:

El principio que inspiró a su diseñador es el del antiguo reloj de arena. El área en claro representa el tiempo transcurrido, y va creciendo a medida que pasan las horas.

Éstas se miden en una escala a la izquierda, coincidiendo con la marca horizontal del área en claro. Debajo se miden los minutos, coincidiendo con la frontera vertical de ese área.

Un sistema perfectamente válido. Barato de producir; una simple pantallita LCD, como los antiguos Casio, que se va iluminando a partir de un contador digital interno con un simple algoritmo o programación. Sin duda novedoso. Muy innovador.

Ahora toca hacerse uno mismo las preguntas. ¿Estaría Vd dispuesto a usarlo en lugar del suyo? ¿Piensa que lo harán los demás? ¿Cree que esta variedad de indicar la hora puede llegar a sustituir, al menos parcialmente, al sistema “tradicional”?

Más que la naturaleza de las respuestas, lo importante es que cada uno se pare a meditar el porqué de las mismas. ¿Ha sentido un impulso inicial automático que le llevaba a rechazar esa novedad rompedora, o consiguió, antes de pensar en una repuesta, analizar racionalmente la novedad?

Ese posible impulso interior inicial a favor del planteamiento estándar, obedece a un juicio previo, o condicionamiento psicológico, o prejuicio, y es uno de los principales obstáculos o frenos a la innovación, a nivel personal y empresarial, y puede ser positivo reflexionar un poco sobre ello.

 

Federico Moratinos

Dtor Centro de Innovación y Diseño del Campus Rural


 

La mediación y el arbitraje, una puerta abierta a nuestra actividad profesional

Como es sobradamente conocido, los Tribunales de Justicia están cada vez más saturados. Por ello, desde hace unos años y, concretamente, desde el Consejo Europeo celebrado en la ciudad finlandesa de Tampere en el año 1999, la Unión Europea se ha propuesto entre sus principales objetivos desjudicializar una gran parte del contencioso, impulsando para ello los métodos alternativos de resolución de conflictos (o “ADR”, en conocida abreviatura anglosajona). Entre ellos, como es sabido, se encuentran la mediación y el arbitraje, pero su finalidad y ámbito de actuación es por completo dispar: en la mediación, son las partes las que tienen que alcanzar un acuerdo por sí mismas con la ayuda del mediador, por mientras que en el arbitraje, en cambio, es el árbitro quien, al igual que un juez, impone su decisión a las partes.

Esta diferencia esencial hace que la mediación y el arbitraje estén indicados para supuestos eminentemente distintos: la mediación sirve, principalmente, para intentar llegar a un acuerdo, por mientras que el arbitraje, al igual que la jurisdicción, sirve para imponerlo, cuando éste no se ha logrado. Por ello, nada impide, en la práctica, que tras un proceso de mediación fallido se acuda no sólo a la jurisdicción, sino también al arbitraje, para dirimir la concreta cuestión litigiosa.

¿Y en qué medida los  TITULADOS MERCANTILES Y DIPLOMADOS EN CIENCIAS EMPRESARIALES pueden intervenir en ambos procedimientos? Pues bien, dejando aparte el campo de la mediación (donde podrán intervenir sin duda alguna como mediadores en la medida en que tengan la formación requerida para ello, una vez la normativa estatal concrete, vía reglamento, los requisitos que serán precisos para ello), es obvio también que pueden ejercer de árbitros en méritos de lo que dispone la actual Ley de arbitraje (en vigor desde el año 2003), no sólo tras un proceso de mediación fallido sino siempre que así lo hayan pactado las partes, siempre que (i) se trate de un arbitraje de equidad o (ii) siendo de Derecho, se trate de un tribunal arbitral colegiado y al menos uno de los árbitros sea jurista.

Dicho sea de otra forma, el campo de actuación es inmenso y, buena prueba de ello es que, en la actualidad, existen tribunales como el “TATC” en Catalunya compuestos únicamente de arquitectos, que se pronuncian sobre cuestiones exclusivamente técnicas y que, cuando la construcción estaba en pleno apogeo, conocían de múltiples contenciosos en temas constructivos.

Por ello, atendida la materia tan amplia que abarca el trabajo diario de los  TITULADOS MERCANTILES Y DIPLOMADOS EN CIENCIAS EMPRESARIALES , es obvio que pueden intervenir como árbitros en numerosos procesos de su competencia, contribuyendo así a desjudicializar el panorama de la Justicia que, como expuesto anteriormente, es una de las prioridades máximas de la Unión Europea.

Alfred Albiol Paps
Secretario General del Registro de Expertos Contables Judiciales (RECJ)

Imagen: Blog del Facultad de Derecho

Jornada: La mediación en asuntos civiles y mercantiles

Os recordamos que el martes 29 de mayo es el última día para inscribirse a esta Jornada:

Programa

Boletín de inscripción

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