Bienvenid@s

Bienvenidos al blog del Colegio de Empresistas de Cantabria. Desde este espacio pretendemos proporcionar una nueva ventana de información práctica a nuestros colegiados y, sobre todo, generar una red de comunicación directa con todos vosotros, con contenidos de actualidad y datos importantes para nuestro sector, al mimo tiempo que abriendo un nuevo canal en el que podáis dar salida a vuestras dudas y compartir aspectos de interés de nuestra profesión.

21 días para cambiar de hábitos en la empresa

A malos tiempos, nuevos comportamientos. Si desaprendemos costumbres que no nos reportan nada positivo lograremos adquirir otras que nos permitirán crecer a nivel personal y profesional. Para lograr ese cambio es fundamental la comunicación, la conexión emocional, la planificación y acompañamiento. En momentos como los actuales es necesario revisar los modelos de actuación y de comportamiento, que obviamente no están funcionado cómo deberían. Hay que hacer una revisión profunda y sincera de nuestra forma de trabajar y de la estrategia empresarial que permita identificar los hábitos que hay que desechar. Pilar Jericó, socia directora de Be Up, señala que “muchas empresas ya están dando estos pasos y se está comprobando que muchos directivos que permitieron alcanzar el éxito en épocas de bonanza no están logrando gestionar bien la crisis. Y el motivo son los hábitos, es decir, los comportamientos repetidos que definen los estilos de liderazgo y la cultura de la empresa”. Por tanto, variar la forma de actuar es esencial. Pautas para lograr el cambio El proceso de desaprender una serie de conductas fuertemente arraigadas es duro y requiere mucha fuerza de voluntad. Hay que dejar atrás los miedos a lo desconocido y la vida monótona y rutinaria. Para Jericó el cambio de un hábito requiere tres elementos: “Tomar conciencia de ello, saber cómo hacerlo y frecuencia, es decir, repetición”. Por su parte, Fernando Botella, CEO de Think & Action y experto en formación y desarrollo de directivos, considera que un proceso de cambio tiene cuatro etapas: – La comunicación: ofrecer toda la información necesaria que justifica la necesidad de realizar ese cambio. – Establecer la conexión emocional. En un proceso así llegar sólo a la parte racional no es suficiente, es necesario llegar también la parte emocional. Sólo así conseguiremos disminuir las resistencias que todo cambio despierta. – La planificación. Establecer un plan de acción para el cambio y su ejecución. La acción es el verdadero motor del cambio. Si no se actúa, no se cambia. – La realización del seguimiento y la medición. Si queremos conseguir un impacto duradero, un cambio sostenido y no marginal, deberemos contemplar medidas de seguimiento y de medición del impacto. Todo este proceso puede parecer muy largo, pero en el ámbito personal con 21 días de repetición los resultados son evidentes. Y en el caso de una empresa, se calcula que en torno a cinco semanas (con repeticiones diarias), según comenta la directora de Be Up. Los 7 hábitos imprescindibles Los mandos medios y los directivos tienen que ser los principales ejecutores y propulsores de las nuevas formas de actuación, acompañando a los equipos con cercanía, sin miedo a que aflores las emociones y favoreciendo la implicación y participación de todos los miembros del grupo. Entre los hábitos que en estos momentos deben formar parte del día a día en la oficina están: 1. Mentalidad del eterno aprendiz: estar continuamente abierto a descubrir y aprender nuevas cosas, conservando la ilusión y el interés por lo que nos rodea. 2. Motivación al logro: motivación y no orientación al logro, porque hay que ir un paso más allá. No sólo estar orientado a resultados, sino querer conseguir esos resultados. 3. Ser desarrolladores, es decir, vivir en un proceso de reinvención continua, estratégicamente descontentos con el ‘status quo’ de las organizaciones. 4. Proactividad: ser detectores de tendencias, llevar el radar puesto continuamente. 5. Organizaciones líderes que crean líderes: el empowerment es más necesario que nunca. Todos dentro de la organización, desde el recepcionista hasta el presidente, deben convertirse en líderes. 6. Integración y cooperación en entornos diferentes: buscar y colaborar en procesos que no formen parte de tu día a día te enriquece enormemente. 7. Propósito claro. Tener más claro que nunca el para qué.

Artículo ganador «IV Edición de los Premios Periodísticos al mejor artículo de contenido Mercantil»

El mes pasado dimos a conocer los nombres de los cuatro finalistas de la IV Edición de los Premios Periodísticos publicados en Cantabria. Hoy compartimos con vosotros el artículo ganador al mejor artículo de contenido Mercantil escrito por Leopoldo Pons Albentosa, presidente del Registro de Economistas Forenses.

El Banco de SANTANDER desde 1857 entre nosotros

El MUSEO de CONTABILIDAD del Ilustre Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Cantabria, en su primera exposición “Empresas Centenarias en la UIMP, paisajes contables de Cantabria 1850-1950”, presentó, entre otros, una excelente colección de documentos y máquinas que representan fielmente la historia del BANCO DE SANTANDER desde el momento de su constitución, y que fueron cedidos gentilmente por el Archivo Histórico documental del Banco Santander y la Fundación UCEIF. Con la firma del Real Decreto de 15 de mayo de 1857 por Isabel II, quedó autorizada la constitución del Banco de Santander, durante la exposición fue expuesto el protocolo notarial que recoge el acto de reconstitución de la institución de ese mismo año. Desde sus inicios se erigió como una institución abierta al exterior, vinculada al comercio establecido entre el puerto santanderino y el norte de Europa e Iberoamérica. El periodo comprendido entre 1900 y 1919 significó para el Banco de Santander una época de prosperidad pues dobló su balance y amplió su capital hasta los diez millones de pesetas, también logró aumentar sus ingresos convirtiendo su rentabilidad por encima de la media de las sociedades de crédito españolas. Señalar que durante ese tiempo se instituyen tres grandes bancos españoles: Banco Hispanoamericano (1900), Español de Crédito (1902) y Central (1919), que con devenir del tiempo se integrarán en el Banco de Santander. En febrero de 1920, se nombra a Emilio Botín y López como primer presidente fijo del Banco de Santander. Desde 1923 su sede social se encuentra en el Paseo de Pereda de la capital cántabra, ese año inaugura una modesta red de sucursales ubicando la primera de ellas en El Astillero y funda a su vez el Banco de Torrelavega. El cargo de director general de la entidad es ocupado en 1934 por Emilio Botín Sanz de Sautuola y López que en 1950 pasará a ocupar la presidencia del Banco, impulsando su expansión a nivel nacional. Con la adquisición del Banco de Ávila en 1942 el Banco de Santander se instala en Madrid. En 1946 el Banco de Santander compra su viejo rival en Santander, el Banco Mercantil. El año siguiente logra abrir su primera oficina en América, concretamente en La Habana, a la que siguieron las de Argentina, México y Venezuela. En el año del centenario del Banco de Santander, 1947 se había convertido en la séptima entidad financiera de España. Es en 1960 cuando entra en el Consejo de Administración del Banco de Santander Emilio Botín Sanz de Sutuola y García de los Ríos, durante ese período se incorpora a la entidad el Banco del Hogar Argentino, primera filial del Santander en América Latina y en 1965, se crea el Banco Intercontinental Español, es decir Bankinter. En 1986 Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos- desde 1967 director general y Consejero Delegado en 1977- sustituye a su padre en la presidencia del Banco de Santander, tras 36 años al frente de la entidad. Desde la presidencia se emplea en sentar las bases para la modernización y expansión del Banco. Con la adquisición del Banco Español de Crédito (Banesto) en 1994, el Santander se convierte en el banco líder ocupando la primera posición del mercado español. Cinco años más tarde Banco Santander y BHC protagonizan la primera gran fusión bancaria en la ya Europa del euro convirtiéndose en la mayor entidad financiera de España y líder en Iberoamérica. En 2004 se lleva a cabo el traslado de los servicios centrales en Madrid a la nueva Sede Corporativa, la Ciudad Santander en Boadilla del Monte donde hoy trabajan más de 6.800 profesionales. En noviembre de ese mismo año se incorpora al Grupo de Abbey, sexto banco del Reino Unido. En 2007 el Santander celebró su 150 aniversario siendo el duodécimo banco del mundo por capitalización bursátil, el séptimo por beneficios y la entidad con mayor red de distribución minorista del mundo occidental: 10.852 oficinas y 2.500 corresponsales en todo el mundo. Para nuestra primera exposición Empresas Centenarias en la UIMP: Paisajes contables de Cantabria 1850-1950, fue cedido por parte del Archivo Histórico Provincial de Cantabria, el Protocolo Notarial, Leg. 887 que recoge las bases del acta de la reconstitución del Banco Santander en el año 1857 y las firmas de todos y cada uno de los testimonios del acto. En el Archivo Histórico del Santander, son excelentemente conservados documentos de nuestra historia y de la historia del Banco que reflejan la actividad financiera de la época. Fueron expuestos los primeros cheques emitidos por el banco, acciones, libros para calcular los intereses aplicados a créditos, huchas del Banco Central con sus respectivas libretas con anotaciones a mano de cada uno de los movimientos hechos por el titular de la cuenta que denotan la apacibilidad en el trato al cliente de aquellos años. En cuanto a la arquitectura de la Oficina nº1 del Banco de Santander en Paseo de Pereda, comentar que en 1880 otro incendio afectó a las casas de los números 11 y 12 del Paseo Pereda que albergaban el Café Suizo y el Círculo de Recreo. Sus propietarios, Antonio López y López, marqués de Comillas y su hermano Claudio, confiaron en el arquitecto catalán José Oriol para la redacción del proyecto de construcción de un nuevo edificio, que introdujo en Santander un lenguaje arquitectónico novedoso por el uso de un repertorio barroquizante con modillones, jarrones, pilastras, columnas corintias, estatuas, que comparado con el estilo de Atilano Rodríguez, resultaba mucho más explosivo. En 1919 se compran las manzanas 11 y 12 por 1 millón de pesetas, en 1940 el bloque nº9, y 10 años más tarde en 1950 el bloque 10 en previsión de nuevas ampliaciones. Es en 1958, cuando González de Riancho macho, González de Riancho Gómez y de la Torriente proyectan unificar estilísticamente ambos edificios uniéndolos a un monumental arco que recuerda aquellos arcos de triunfo, construidos durante la época del Impero Romano y que fueron asumidos por la arquitectura neoclasicista. Es en 1963, cuando se inaugura el edificio. Destaca la simetría de las fachadas y el almohadillado de la sillería. El edificio del Banco de Santander está coronado por cuatro grandes estatuas de piedra que representan las artes, la cultura el comercio y la navegación, tan identificadas con Santander en un gran friso se representa la alegoría de la banca protegiendo las industrias, los altos hornos, la minería y el deporte. Desde el blog del Museo de Contabilidad queremos manifestar nuestro sincero agradecimiento al Archivo Histórico Provincial de Cantabria y muy especialmente al Archivo Histórico Documental del Banco Santander, a la Fundación UCEIF y a sus responsables, por su estimado apoyo a este primer paso dado desde el Ilustre Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales de Cantabria para la creación del futuro Museo de Contabilidad, que fue la exposición, celebrada en el marco de la UIMP, y que contribuyó a una mayor difusión del mundo de la empresa de Cantabria desde sus orígenes y su desarrollo conocimiento del origen y su trayectoria en especial el periodo comprendido entre 1850-1950, y que hoy son referentes mundiales en la actividad comercial, financiera y económica mundial.

Nuevos tiempos, nuevas estrategias

Empiezo hoy esta colaboración con el Blog del Colegio y que me ha pedido su Presidente, Ignacio Sanjuan. Como sólo puedo conocer de la audiencia su carácter de profesionales del asesoramiento empresarial, me centraré en tratar en estas notas asuntos complementarios al trabajo cotidiano de los colegiados y a la vez próximos a los intereses de las empresas asesoradas y a mi especialidad. Empezaré por tratar temas de estrategia empresarial y modelos de negocio. Los conceptos más vigentes en la actualidad sobre estrategia empresarial son todavía poco conocidos. Sólo hay que ver los planes de empresa que todavía se elaboran para apreciar la necesidad de poner al día algunos conceptos. De ahí que en estas primeras notas aborde de manera sistemática y progresiva la nueva formulación de la estrategia empresarial para avanzar juntos en el aprendizaje de los nuevos conceptos. Todas las sugerencias son bienvenidas.

Nuevos tiempos, nuevas estrategias

El alto grado de cambio y de incertidumbre del entorno en el que hoy se mueve la empresa exige algo más que revisiones de matiz en la manera habitual de operar. Obliga a introducir cambios radicales en la estrategia a seguir para cumplir con la Misión de la empresa, a repensarla y a redefinirla de manera sustancial en la mayoría de los casos. Los paradigmas más extendidos de análisis y formulación de la estrategia empresarial se fundamentan en el análisis y el conocimiento del pasado, lo que limita su capacidad para imaginar lo que debe ser cambiado. El énfasis en estudiar el comportamiento de los competidores, en el análisis de las prácticas establecidas en los distintos sectores económicos coartan la capacidad de ser creativos y limitan la posibilidad de apartarse de los comportamientos tradicionales. La característica más destacada del entorno económico actual es el desarrollo de redes como consecuencia de la amplia implantación de los sistemas de información, y de manera particular, de la adopción de Internet. El desarrollo de estas interrelaciones, que constituyen la base de esas redes, ha demostrado ser una fuerza determinante y revolucionaria, del mismo modo que lo fueron en su día la cadena de montaje o el motor de explosión. Estas redes económicas han alterado el modo en que las empresas compiten, han amplificado las relaciones entre clientes y proveedores, y han permitido el desarrollo de nuevos modelos de negocio. Los modelos de uso habitual en la estrategia empresarial, muy fundamentados en la vieja economía, no podían anticipar los cambios en el panorama competitivo condicionados por desarrollo de aquellas redes. El Modelo Delta es una nueva aportación a los procesos de definición y gestión de la estrategia de las empresas acorde con las características de la economía actual. Se ha desarrollado teniendo en cuenta las complejidades del presente entorno de los negocios y trata de presentar propuestas de utilidad para el éxito de las empresas actuales. Se origina a partir de las experiencias adquiridas en la economía de redes digitales, y propone un modelo integrado que redefine las posiciones estratégicas y los procesos organizativos necesarios para alcanzarlas, incorporando al mismo tiempo los conceptos procedentes de los paradigmas clásicos de la estrategia empresarial. El principio motor del cambio se encuentra en el protagonismo que adquiere el cliente. Se busca identificar en qué modo se le puede ayudar a que mejore su negocio si se trata de una empresa, o de la plena satisfacción de su demanda si estamos ante un cliente formal. Sólo si se alcanza un conocimiento profundo del cliente y sus necesidades será posible detectar nuevas oportunidades y desarrollar para él una oferta singular. Aparece así el verdadero motor de la estrategia en estos tiempos: la vinculación con el cliente. Éste el principio de referencia que nos servirá para definir las distintas posiciones estratégicas que la empresa puede adoptar.

Curso EXCEL avanzado (versión 2007-2010)

La Hoja de Cálculo EXCEL se ha impuesto como una herramienta imprescindible para los economistas y profesionales relacionados con la auditoría, la contabilidad y las finanzas en general. Las prestaciones que ofrece han permitido reducir el tiempo de ejecución de los trabajos hasta entonces repetitivos y mejorar su calidad. Nuestro objetivo principal es mostrar a los participantes no sólo soluciones y técnicas especiales, sino el manejo de la Hoja de Cálculo con bases de datos, simulación y vinculaciones que permitirán una más eficiente utilización de esta herramienta. En esta acción formativa se profundiza en aspectos abordados superficialmente en el curso Excel Nivel Intermedio y además se enseña al asistente a utilizar herramientas complejas para la simulación (solver), automatización de tareas (macros) y presentación atractiva de los resultados (gráficos y formularios).   Organiza: Colegio de Empresistas y Colegio de Economistas de Cantabria. Fechas: 8 y 9 de Enero 2013. Horario: de 16:00 a 20:00 h. Lugar: Aulas de la CEOE CEPYME (C/ Tres de Noviembre, 38 – Santander). Curso Impartido por: AUDINFOR   Objetivos: 1. Reducir los tiempos de ejecución de trabajos. 2. Mejorar la calidad de los papales de trabajo. 3. Dominar soluciones y técnicas especiales para la automatización de tareas y procesos. 4. Potenciar la gestión y administración de bases de datos mediante las Hojas de Cálculo. 5. Familiarizarse con las técnicas de simulación avanzadas.   Nivel: Avanzado Dirigido a: Colectivo de economistas y profesionales en general con conocimientos medios-avanzados de la Hoja de Cálculo EXCEL, obtenidos al trabajar con ella de forma habitual o al haber asistido al Curso Excel Nivel Intermedio. Metodología: La impartición del curso se realizará mediante sistemas informáticos y cada asistente dispondrá de un ordenador. También se utilizarán medios audiovisuales como apoyo a las explicaciones prácticas del mismo. Duración: 8 horas.   Programa del curso Boletín de Inscripción   Cuotas de Inscripción: – Colegiados Empresistas/Economistas desempleados: 90 €. – Colegiados Empresistas/Economistas ejercientes libres: 90 € – Resto de miembros del colegio Empresistas/Economistas: 90 € – Otros colectivos: 125 € – Miembros colectivos colaboradores*: 90 € *Miembros colectivos colaboradores: AEDAF, REGAF, Colegio de Graduados Sociales, Colegio de Administradores de Fincas, Asociación Expertos Contables y Tributarios de España, AMEC, AJE.

Plazas libres en el Curso Asesoría Externa en Gestión de la Innovación

Han quedado 5 plazas libres para activos, para el curso que el Colegio de Empresistas de Cantabria en colaboración de la Ceoe Cepyme Cantabria tiene previsto iniciar. La siguiente Acción Formativa es Gratuita, subvencionada por el Fondo Social Europeo y el Servicio Cántabro de Empleo. Está dirigida prioritariamente a trabajadores ocupados de Pymes o autónomos:  

Asesoría Externa en Gestión de la Innovación

Horas: 11 h. Fechas: 27 y 28 Diciembre 2012 Horario: jueves de 9:45 a 14:00 y de 16:30 a 19:30 y viernes de 9:45 a 14:00h. Fecha Fin Inscripción: 19-12-2012 Metodología: Presencial Lugar de impartición: Santander   PROGRAMA Módulo 1. El proceso de la innovación: rutinas de trabajo, obstáculos y necesidades (3h) Módulo 2. Técnicas para generar nuevas ideas y mejorar habilidades creativas (3h) Módulo 3. Formación y Gestión de Grupos de trabajo orientados a la innovación (3h) Módulo 4. Sensibilización en medio ambiente y en la igualdad de oportunidades (2h)   INSCRIPCIÓN: Gratuita / Plazas Limitadas.   Para la participación en las acciones formativas destinadas prioritariamente a trabajadores en activo será necesario aportar la fotocopia del DNI y de la cabecera de la última nómina o recibo de autónomos. La recogida y entrega de solicitudes e inscripciones se realizará en las instalaciones del Centro de Formación de CEOE-CEPYME Cantabria sito en c/ 3 de Noviembre Nº 38 Planta 2, donde habrá que aportar la documentación solicitada en función del colectivo al que vaya dirigida la Acción Formativa. Para más información puede ponerse en contacto con el Departamento de Formación a través del tfno. 942 241040.

Revitalizar los negocios en las pymes, ganar mercado y ganar el futuro

Cambio de Fecha de los cursos de Innovación

Ha habido un cambio de fechas en los siguientes cursos que el Colegio de Empresistas de Cantabria en colaboración de la Ceoe Cepyme Cantabria tiene previsto iniciar. Las siguientes Acciones Formativas son Gratuitas, subvencionadas por el Fondo Social Europeo y el Servicio Cántabro de Empleo. Están dirigidas prioritariamente a trabajadores ocupados de Pymes o autónomos:    

Asesoría Externa en Gestión de la Innovación

  Horas: 11 h. Fechas: 27 y 28 Diciembre 2012 Horario: Jueves de 9:45 a 14:00 y de 16:30 a 19:30 y Viernes de 9:45 a 14:00h. Fecha Fin Inscripción: 18-12-2012 Metodología: Presencial Lugar de impartición: Santander   PROGRAMA Módulo 1. El proceso de la innovación: rutinas de trabajo, obstáculos y necesidades (3h) Módulo 2. Técnicas para generar nuevas ideas y mejorar habilidades creativas (3h) Módulo 3. Formación y Gestión de Grupos de trabajo orientados a la innovación (3h) Módulo 4. Sensibilización en medio ambiente y en la igualdad de oportunidades (2h)  

 

La Innovación y los Asesores de Empresa

Horas: 8 h. Fecha: 26 de Diciembre 2012 Horario: 9:45 a 14:00 y de 16:00 a 20:15h. Fecha Fin Inscripción: 18-12-2012 Metodología: Presencial Lugar de impartición: Santander   PROGRAMA Módulo 1. Nuevas oportunidades de negocio: servicios profesionales a prestar por asesores de empresa, relacionados con la innovación (3h) Módulo 2. Herramientas a disposición de los asesores para llevar la innovación a sus clientes (3h) Módulo 3. Sensibilización en medio ambiente y en la igualdad de oportunidades (2h)   INSCRIPCIÓN Gratuita: Plazas Limitadas.   Para la participación en las acciones formativas destinadas prioritariamente a trabajadores en activo será necesario aportar la fotocopia del DNI y de la cabecera de la última nómina o recibo de autónomos. En caso de estar en desempleo la documentación a aportar es la fotocopia del DNI y de la tarjeta de demanda de empleo. La recogida y entrega de solicitudes e inscripciones se realizará en las instalaciones del Centro de Formación de CEOE-CEPYME Cantabria sito en c/ 3 de Noviembre Nº 38 Planta 2, donde habrá que aportar la documentación solicitada en función del colectivo al que vaya dirigida la Acción Formativa. Para más información puede ponerse en contacto con el Departamento de Formación a través del tfno. 942 241040.

¿Me pone docena y media de INNOVACIÓN, por favor?

Anda que no hay ejemplos para apoyar la sentencia: “se puede innovar siempre, en todo, frente a todo y pese a todo”. Luego, cuando se consiguen las cosas, se escucha eso de: “bueno, la verdad es que, si lo piensas bien, era lógico”, o aquello de “ya, pero es que entonces era más fácil”, o incluso el no menos famoso latiguillo: “ya, en eso sí, pero en lo mio son habas contadas”. Hay quienes han intentado innovar y no lo han conseguido. Cuando escucho lo de “intentar” ciertas cosas, recuerdo las palabras del “maestro Yoda”, en un episodio de La Guerra de las Galaxias. El pequeño y verde sabio le instaba a su pupilo a realizar algo que éste no creía posible conseguir y, aun así, le dijo a su maestro que “lo intentaría”. El maestro le respondió rápido y tajante: “Hazlo, o no lo hagas. Pero no lo intentes”. En infinidad de situaciones, nuestras dudas y nuestros miedos son nuestro principal freno, y el mayor obstáculo a salvar. Cierto que a veces abrimos una puerta y nos damos contra un muro. Pero no sabremos si habrá pared hasta que no abramos la puerta, y a veces las dudas y los temores no nos dejan ni echar mano a la manecilla. A finales del siglo XIX, John D. Rockefeller, presidente de Standard Oil, controlaba el 90% del negocio del petróleo, que se extraía y vendía entonces, principalmente, para iluminación, quemándolo en lámparas y farolas. El Sr. Rockefeller controlaba también buena parte de los ferrocarriles norteamericanos, a través de cuya red se transportaba el petróleo hasta los puntos de consumo.Una combinación de controles realmente estupenda. Para el Sr. Rockefeller, naturalmente. Byron Benson, un joven emprendedor e ingeniero, quería abrir pozos y hacer negocio por su cuenta, pero el amigo Rockefeller tenía casi el monopolio del mercado, gracias a su casi monopolio en el transporte. La alternativa de entonces al tren eran las carretas de caballos. De modo que al bueno de Byron le dijeron que, o lo vendía a la Standard Oil, o lo quemaba él mismo en una gran hoguera. Entonces se puso a pensar, tuvo una idea, la desarrolló y la dio forma. Tras varios estudios y mucho trabajo, diseñó y logró construir el primer oleoducto de la historia. Nadie lo había pensado hasta entonces. Y, a través de él, llevó su petróleo hasta las ciudades sin usar los trenes controlados por Rockefeller, y a un coste más barato. Al poco tiempo, Edison sorprendió al mundo con la bombilla eléctrica. Quiso encontrar un sistema de iluminación que no requiriese de petróleo ni de gas. Y lo consiguió, aunque su sistema de corriente continua no permitía llevar la electricidad más allá de unos cientos de metros de donde se producía. El gran Nicola Tesla asumió el reto y venció a su antiguo jefe, inventando el sistema de corriente alterna, que actualmente disfrutamos, probando su eficacia al llevar la electricidad generada en las cataratas del Niágara hasta la ciudad de Búfalo, a 32 kilómetros. El precio del petróleo se desplomó. No mucho más tarde, el mundo conoció un nuevo invento que volvió a cambiar la historia: el automóvil. Ideado por Karl F. Benz en Alemania, este pionero buscaba un medio de transporte que permitiera desplazarse con rapidez en un mundo que empezaba a necesitar mover materiales y personas con la rapidez del ferrocarril, pero sin la limitación física de éste para llegar a cada pueblo, casa o industria. El invento prometía, aunque no era nada barato y había que llevar todo el combustible encima. El forraje para caballos crecía en los prados, pero la gasolina no. En esto que salió un tal Henry Ford y se propuso fabricar automóviles a un coste competitivo, y concibió y llevó a la práctica la primera gran cadena de montaje, dando paso a toda una revolución en el transporte y en la industria. Ya había automóviles baratos. Al principio, la gasolina para estos artefactos se vendía en las farmacias; en latas!. La industria del petróleo, castigada por Edison y Tesla, comenzó a dar salida a una buena parte refinándolo y vendiendo gasolina, y el bueno de Rockefeller y sus socios descubrieron un nuevo filón: Llenarían el país, y el mundo, de estaciones de servicio donde se vendería gasolina para los nuevos vehículos. Innovar es darse cuenta de algo que nadie ha pensado primero , o lo pensó pero no hizo nada, o no lo hizo con éxito. O se limitó a “intentarlo”. Resulta difícil imaginar retos tan formidables y complicados como los que enfrentaron los innovadores de arriba. Y hay docenas de ejemplos para elegir. Por eso sorprende que, en nuestro mundo actual, algunas empresas teman asumir pequeños riesgos para producir alguna innovación, sin darse cuenta del riesgo que conllevan esos temores. Hace unas semanas leí en la tribuna libre de El Diario Montañés un artículo firmado Paz Villalobos Nicieza, abogada letrada-jefe del Ayuntamiento de Laredo, en Cantabria. Hacía un ejercicio de auto-crítica en su doble condición de profesional del derecho y servidora pública. Relataba en la publicación el períplo de tres lustros para conseguir la autorización legal para desarrollar un polígono industrial, titulando así el escrito: “Sí, se puede hacer”, haciendo referencia a los años que pasó escuchando de colegas y compañeros: “no se puede hacer; el artículo X dice…”. Textualmente, continuaba diciendo: “Personalmente, creo que hemos de asumir el riesgo de buscar soluciones jurídicas, que siempre las hay, cuando lo que se persigue es la consecución de una resolución justa y acorde al sentido común”. La reflexión a la que llevaba es que, incluso en algo tan aparentemente rígido como el derecho, se pueden encontrar enfoques diferentes, soluciones innovadoras, cuando realmente existe la voluntad de encontrarlas. Cuando se ponen los medios para conseguirlo. Se puede innovar en todo, a partir de un enfoque creativo y positivo, con el conocimiento suficiente, sumando habilidades y consensos, analizando las cosas sin prejuicios, con sólo proponérselo con firmeza. Siempre es más cómodo no hacerlo, o incluso limitarse a “intentarlo” pero sin llegar a comprometerse, a veces sólo para poder decir después “si ya decía yo que no podía ser”. Estaría bien poder llegar a una tienda y pedir docena y media de ideas frescas. Preferentemente estupendas. Lo cierto es que, en cada organización, en cada empresa, las tenemos igualmente a nuestra disposición. Hay que plantearse descubrirlas, y poner los medios para conseguirlo.

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Tres Apuntes para ser Innovador/a

Decir que, para ser innovador, es necesario ser creativo y no resistirse a los cambios, es casi como decir que, para obrar con inteligencia, es necesario ser listo y no hacer tonterías. O sea, limitarse a señalar lo evidente. Puesto que nacemos creativos, más interesante me parece añadir lo que nos dificulta conseguir ser profesionales innovadores. En “píldoras” anteriores en este blog, señalé los que, para mí, son los dos principales frenos a la innovación: el juicio previo y el miedo al fracaso. Superando ambos, tener nuevas ideas es casi inevitable. Tan sólo faltaría cultivar -recuperar, de hecho- sus habilidades creativas -otro día hablaremos de ello- y acostumbrarse a ver el mundo con otros ojos; a verlo como lo veía cuando era un tierno infante, cuando era capaz de concebir usos inverosímiles para una simple pinza de ropa, sentía curiosidad por todo y disfrutaba con lo desconocido; cuando jugaba a descubrir cosas y disfrutaba al hacerlo. Todo eso por lo que respecta a conseguir que una persona genere nuevas y buenas ideas. Cosa distinta es cuando hablamos de convertir a una empresa -que no lo sea- en innovadora. En ese caso, además de los dos obstáculos señalados, existe un tercero igualmente importante: La Comunicación.   En charlas y seminarios, me gusta repetir un ejemplo que me pareció interesante, con el riesgo que tiene repetirse cuando uno habla de innovación. Resulta que, en la sala de juntas de una empresa, fabricante de cascos – principalmente para el mercado de motocicletas- estaban presentes el director general, la responsable financiera y el jefe del departamento de I+D, entre otros. El concilio, como no, tenía lugar para abordar el descenso de ventas y la pérdida de mercado. El director de marketing presentó un sombrío panorama en el que destacaba la imparable penetración de empresas chinas competidoras, con estándares de calidad mejorables pero con precios por debajo sus posibilidades. Tras una diatriba en parecido tono pesimista por parte de la directora financiera, el mandamás de la reunión dijo que “había que hacer algo nuevo”, y todos miraron al jefe de I+D, que estaba muy callado. El hombre abrió su carpeta y pasó revista a algunas ideas surgidas desde su departamento, a petición del de marketing, en demanda de un nuevo diseño de casco que pudiera plegarse de tal manera que permitiera llevarlo en un maletín de trabajo o en un bolso grande. El personal de su sección se había devanado los sesos trabajando en un casco “a capas” que mediante inserciones y dobleces, podría ajustarse a lo solicitado aunque, eso sí, con un coste de producción importante. El director de marketing apostilló que había recibido el memorando de la idea y que, aunque les procuraría algunas ventas por el “efecto innovador”, en cómputo global, el precio resultante de salida les dejaría todavía con menos mercado, y la directora financiera añadió, encima, que el esfuerzo requerido en desarrollo y promoción les dejaría sin recursos. Entretanto, el director general le había pedido a una ayudante que pidiera unos cafés y algunos pastelitos para aguantar encerrados más tiempo. Esta mujer entró en la reunión con la bandeja que le habían traído de un café cercano, en el momento en que se hablaba de cómo resolver el asunto del casco que cupiera en un bolso. El director le agradeció el favor especial de llevarles los cafés y, tras ofrecerle uno, ésta se animó a terciar en la conversación: “Y… no han pensado en un casco que se pueda inflar?”. La reacción inmediata fue la de hacerse el silencio, lo que a esta mujer le incomodó un poco y, aprovechando el mutis, intentó escabullirse. El director general le pidió que esperara un poco y se sentara, lo que hizo, aunque un tanto azorada por la situación. El responsable de I+D iba a decir algo, pero el mandamás se le adelantó y preguntó a su ayudante cómo se le había ocurrido aquello. “Bueno -le dijo- yo vengo en moto y me subo el casco al despacho y, hablando un día del tema de meterlo en el bolso, Tomás, el de almacén, me dijo que él había pensado un día en un casco de caucho que se pudiera inflar. Algo así como un airbag para la cabeza, pero para más de más de un uso”. Antes de lanzarse a pensar en las dificultades de tal diseño – material del revestimiento, aspecto, proceso de inflado/ etc- tuvieron la inteligencia de pensar primero en la posible sencillez del modelo, su coste y su potencial de penetración en el mercado. Pero, sobre todo, el director general tuvo la inteligencia de escuchar esa idea y prestarse a analizarla. Sin duda eso estuvo bien. Pero, la verdadera cuestión es que esa idea, potencialmente aprovechable, la tenía -y hacía ya tiempo- un encargado de almacén de la propia empresa. Alguien que, probablemente, había llegado hasta ella charlando con personal de producción, o simplemente observando y pensando. Y la dirección de la empresa, en paralelo, invertía tiempo y recursos en nuevas ideas para salir adelante, inconsciente de que otras personas, a lo largo y ancho del organigrama, también pensaban y, siendo muchas, de vez en cuando daban con un enfoque interesante, sobre qué hacer o sobre cómo hacerlo. Turno de preguntas: ¿Y si aquella mujer no entra en ese momento en la sala? ¿Aparte de ir con una idea hasta la dirección -que podría estar en otra ciudad, o estar muy ocupada- a quién podría Tomás haberle propuesto su idea? ¿Cómo evitar que sean poco o mal analizadas esas ideas, o que sean rechazadas porque conllevarían “complicaciones” (prejuicios y miedos)? ¿Cómo mantener al tanto a quienes tuvieron las ideas, y que sigan motivados para repetirlas? ¿Cómo hacer llegar propuestas hasta quien pueda analizar mejor su viabilidad económica o potencial de mercado? ¿Cuales y en qué momento del proceso? Y, una última: ¿Se sentirán más unidos a la empresa quienes sean capaces de aportar esas ideas, si ven que éstas se analizan y valoran?  

Cuando uno trabaja sólo, todo ese proceso se libra en el interior del cerebro de uno mismo. En el caso de toda una organización, bien sea de cinco o de cinco mil trabajadores, se requiere aplicar cierta psicología social y una buena comunicación interna, sencilla y eficaz, flexible y poco burocratizada, con un diseño en red – no vertical y horizontal- capaz de dar cabida a nuevos caminos de intercomunicación, no previstos inicialmente. Tal y como lo hacen también las neuronas en un único cerebro, generando nuevas interconexiones cuando éstas resultan útiles.

Formar grupos y reunirse de vez en cuando es positivo, pero insuficiente. Otras personas, que también piensan y pueden aportar cosas, quedarán fuera del proceso. Un buen sistema de interconexiones internas convierte una empresa en un cerebro colectivo. Si conseguimos añadir la actitud individual de cada miembro para explorar soluciones, sin centrarse sólo en los problemas, el resultado es una empresa a temer por la competencia, una empresa capaz de explorar continuamente nuevas posibilidades, y una empresa que no temerá a los problemas. Cuando nos centramos en los problemas, en lugar de en las posibilidades -materia del post anterior-, hasta lo obvio se nos puede escapar. Un ejemplo: Vendemos refrescos, y nos llega un informe sobre un nuevo producto para envasar en plástico desechable, pero, antes de leer la información sobre el mismo – su potencial mercado, coste de producción, etc- nos centramos en un anexo titulado “peligros potenciales”. Dicho anexo señalaría que, la sustancia en cuestión, puede llegar a ser corrosiva para muchos metales y que, en determinadas situaciones o circunstancias, puede ser mortal para las personas. Mucho más por ser, además, incolora. Puede que archiváramos aquel “disparate” sin más, o que, sin haber leído nada más, habláramos desfavorablemente de la idea si alguien nos preguntara. Claro que, si la idea fuera conocida por más personas, con más puntos de vista, y sus promotores pudieran perseguir su evolución, es posible que, antes o después, nos animaran a leer todo el expediente y pudiéramos examinar el producto en cuestión: H2O, o sea, agua.

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